#DespiertaSonora
Para que los Dodgers alcanzaran el título de la Serie Mundial el pasado martes en Arlington, se necesitaba que el dirigente de ese equipo hiciera los cambios de jugadores exactos, y a medida que el desafío iba avanzando, parecía que los movimientos hechos por Dave Roberts eran los indicados, y le estaban dando los resultados apetecidos y deseados. Haber metido a los mexicanos Víctor González y Julio Urías fueron movimientos ajedrecísticos, pero si el lector quiere saber cuál fue el cambio o movimiento que mejor le funcionó a los Dodgers: Ninguno que haya sido hecho por el timonel de los ex vagabundos le funcionó tan bien ni mejor, que el que llevó a cabo el piloto rival… Y es que con su pitcher estrella lanzando el juego de su vida, el capataz de los Rays de Tampa Bay, acudiendo a lo de moda en el beisbol de Grandes Ligas desde hace unos cuantos años, la sabermetría, decidió que Blake Snell, quien había recetado nueve ponches en cuatro episodios sobre los bateadores de los Dodgers, fue removido por el manager Kevin Cash, a pesar de que su pitcher había hecho 73 lanzamientos, una cifra dentro del rango permitido para las entradas que había recorrido. En el pecado llevó la penitencia el capitán del equipo de Florida, y con Snell fuera, la historia dio un vuelco, y los Dodgers se enfilaron al tan esperado título… La excusa de Cash, utilizando el método sabermétrico, fue que no quería que Mookie Betts, dominado plenamente por Snell en sus dos enfrentamientos, incluyendo una vez por la vía de los strikes, se enfrentara una tercera ocasión a su lanzador, pero traer a Nick Anderson para que le lanzara a Betts era todo lo que los Dodgers necesitaban, y de inmediato la pizarra cambió a su favor. Ese movimiento al sacar a su pitcher, va a ser recordado por los seguidores de los Rays, y naturalmente que celebrado por los simpatizantes del equipo californiano, y naturalmente que va a permanecer en la historia como una de las pifias más grandes hechas por un manejador en un juego de Serie Mundial. Con decirle que cuando Betts vio a Cash pedir un nuevo lanzador respiró tranquilo, y lo manifestó al final del juego, asegurando que le había sorprendido el cambio, pero había resultado benéfico para el equipo… Será la de este año una Serie Mundial que también va a quedar en la memoria de los mexicanos por las actuaciones de los dos lanzadores aztecas, uno ganando el partido, y el otro cerrando con broche de oro el triunfo dodger. Víctor González y Julio Urías, dos jóvenes que han escrito su nombre en el libro de la historia de Grandes Ligas… POR ESTE DÍA nos despedimos. Cayó el OUT 27, y el juego acabó… BUEN DÍA!!!