#DespiertaSonora
EN EL BEISBOL DE Grandes Ligas hay jugadores que se destacan a la ofensiva, pero son también virtuosos a la hora en la que tienen que utilizar el Rawlings. Jugadores que batean muy cerca de los .300, conectan en promedio más de 25 jonrones por campaña, y también se acercan, o superan, el centenar de carreras empujadas. El calificativo para esos jugadores es el de súper estrellas, y son los que ganan el billete grande, los que logran los mejores contratos.
SI USTED SE DETIENE a ver quiénes se llevan los millones, son peloteros que funcionan a la ofensiva, pero también muestran una gran defensiva. Mike Trout, Fernando Tatís Jr., Nolan Arenado, Bryc Harpes y Manny Machado, por mencionar a los mejores en los dos departamentos, son dueños de contratos de fábula, pero se los han ganado, gracias a sus portentosas facultades al momento de pararse en la caja de bateo, y a la hora de manejar lances a la defensiva.
HAY TAMBIÉN QUIENES son muy buenos ofensivamente, pero sin alcanzar la excelencia a la defensiva, y jamás consiguen contratos millonarios. Estos, con un madero al que los lanzadores le tienen pavor, sus compañeros de equipo, sobre todo los lanzadores, le tienen terror a sus guantes, pues pueden empujar carreras al momento de actuar a la ofensiva, pero que con el guante obsequian carreras a los equipos rivales.
UN JUGADOR QUE HACE honor a lo anterior, se llama Rafael Devers, el tercera base de los Medias Rojas de Boston, un temible bateador, pero un tipo con un guante que es una calamidad. Este jugador, nacido en la República Dominicana, ha mostrado un alto nivel a la ofensiva, una ofensiva de las mejores en las Grandes Ligas en su posición, sin embargo, a la hora de entrar al terreno de juego a la defensiva, las cosas cambian drásticamente, para su desgracia.
DESDE SU LLEGADA al gran circo en 2017, Devers ha cumplido buenas temporadas con el bat, sobre todo en el 2019, que ha sido su mejor temporada en las Mayores, sin embargo, con el guante su trabajo ha sido muy cuestionable. Devers viene de un pésimo año, cometiendo 14 errores en 128 oportunidades a lo largo de 475 entradas jugadas, para un b ajo promedio de fildeo de .891. Algo deberá hacer para mejorar su desempeño, pues Devers debería saber que en el beisbol no todo es batear, que no lo es todo, y tendrá que trabajar mucho para cambiar la percepción de que es un muy buen bateador, pero un errático fildeador. Y POR HOY fue todo y nos despedimos. Cayó el OUT 27, y el juego acabó… BUEN DÍA…!!!