#DespiertaSonora
Ya lo intuíamos, pero el que un comparativo sobre la mortalidad en México durante el 2019 frente a los registros entre el 18 de marzo y el 31 de diciembre del 2020, muestre un exceso del 60 por ciento a las cifras oficiales, marca el tamaño de la tragedia que ocasiona el Covid-19 y la incompetencia criminal del gobierno de Andrés Manuel López Obrador.
Los fallecidos por la pandemia, con el agregado de estos dos meses y medio del 2021, quedan como el mayor desastre humanitario en la historia contemporánea de este país, ya que, de acuerdo a resultados de estudios y estadísticas de decesos, los fallecimientos superan los 350 mil, de los cuales alrededor de 150 mil, frente a los casi 200 mil que reconoce el gobierno de la 4T.
Miren, mientras en 2019 ocurrieron 717 mil fallecimientos, según el INEGI, en 2020 hubo un millón 54 muertes. El exceso de mortalidad es la diferencia entre ambas cifras, lo que significa que 335 mil 712 fallecimientos ocurrieron por la pandemia —entre el 18 de marzo y el 31 de diciembre—. Y de ese total, 137 mil murieron por COVID de forma oficial.
Neumonías atípicas, muertes en casa y sin acceso a atención médica, ausencia de pruebas y falta de confirmación de causas de los decesos, han sido tema común a lo largo de la crisis sanitaria que ha dejado una estela de dolor, incertidumbre y desánimo en miles de familias mexicanas sujetas a la frivolidad y negligencia del oficialismo morenista en la gestión de la emergencia.
Este es el resultado de una estrategia de simulaciones, mentiras, opacidad, pronósticos y cálculos fallidos e irresponsables; recomendaciones presidenciales que llevaron a la muerte a miles de personas y demás estulticias que han pretendido ocultar mediante efectismos mediáticos donde López Obrador se entretiene en atacar medios de comunicación; desmantelar instituciones; con declaraciones estúpidas y pretensiones de fracturar a la sociedad mexicana, mientras 38 personas morían cada hora.
Además está el impacto en la economía de las familias mexicanas, cuyos efectos por supuesto no palían las piscachas populistas que dispersa la 4T para comprar votos y que para nada compensan el que por ejemplo, a estas alturas del 2021, el costo del servicio domiciliario de energía eléctrica es 22 por ciento más caro; el gas subió 20 un 20 por ciento; el litro de gasolina Premium 6.7 por ciento y la Magna 13 por ciento y así, en el marco de un entorno económico en el que el gobierno ha dejado en la indefensión a las clases populares.
A menos en Sonora la crisis ha sido atenuada por la certera conducción de la gobernadora Claudia Pavlovich en materia económica y a los acuerdos entre los actores del capital y el trabajo y el resultado de la estrategia de promoción de la entidad como polo de atracción de inversiones, aunque en el caso de la pandemia las cifras son alarmantes a pesar de que de forma oficial se asegura que va a la baja, con el riesgo de que la tercera ola potencie el número de contagios y decesos.
Pues mientras eso ocurre y con un plan nacional de vacunación a paso de tortuga y que va para muy largo plazo, el presidente se contenta con protagonizar sus infiernitos en contra de enemigos reales o imaginarios, que lo lleva a excesos y arrebatos, como esos con los que pretende adecuar la constitución a sus imperiales deseos, frente a la cascada de amparos en contra de la Ley Eléctrica.
Profiriendo sus tradicionales catilinarias nacionaleras, el presidente amenaza con una reforma constitucional para anular y pasar por encima de los amparos y salirse con la suya, todo salpicado por denuncias de corrupción, argucia frecuente que como se sabe nunca presenta pruebas y siempre la deja en el terreno declarativo.
A lo mejor todo queda en un amago, porque de acuerdo a la correlación de fuerzas, tanto en el senado como en la Cámara de Diputados, MORENA y sus rémoras aliadas no reúnen la mayoría calificada requerida para una reforma constitucional y a como andan los enconos en estos días, no les será fácil conseguir los votos que le faltan para poder someter a sus caprichos a la carta magna de este país.
Así se las gasta este presidentito que padecemos los mexicanos, a quien no le ha de gustar nada el que por ejemplo, derivado de la efectiva estrategia de vacunación en Estados Unidos, ya haya muchos miles de mexicanos inmunizados que de forma legal o indocumentados viven en Gringolandia y que ya se esté planteando que al paso que van, para principios de julio ya más del 70 por ciento de la población de ese país esté vacunada, ya que en promedio se aplican alrededor de cuatro millones 600 mil dosis, sin preguntar por filiaciones políticas, nacionalidades ni condicionar dicho trámite y mucho menos, lucrar con el temor y la incertidumbre de la gente.
Por cierto, desde las perspectivas de riesgo que representa el embate de la pandemia en México y la fallida estrategia gubernamental para contenerla, el Departamento de Estado extendió las restricciones del paso en puntos de la frontera con México hasta el 21 de abril, lo cual demuestra que no creen que en realidad esté bajo control el maldecido virus y que el color verde decretado para Sonora es una quimera fraguada en lejano escritorio de la Ciudad de México.
A como están las cosas, lo que para los gringos ya representa una luz al final del túnel, para los mexicanos hay mucho túnel por recorrer, toda vez que a la casta gobernante identificada como la 4T, hay cosas más importantes que cuidar la buena salud y la vida de los mexicanos.
En este complicado contexto se desarrollan las campañas políticas por la gubernatura en varios estados del país, que en el caso de Sonora, este jueves podemos decir que hubo pocas novedades y otras que no lo son tanto, ya que como se sabe, desde los rumbos de MORENA y rémoras que se arrastran ante Alfonso Durazo Montaño, ya es frecuente escuchar rebuznos y lo más hilarante es que le son adjudicados a su abanderado.
Obvio que el de Polanco no conoce a Sonora ni a Hermosillo y tampoco le saben a esos temas los integrantes de la nube de asesores importados del centro del país ni los de acá, que los últimos años se la pasaron del tingo al tango, de sigla en sigla y ansiando que los pusieran donde hay.
A sus desbarres geográficos de hace un par de días, ahora se suman desbarres urbanísticos al convocar a una reunión de vecinos esta tarde con colonos urbanos de la colonia Villa Bonita, sector que en su invitación considera olvidada por el gobierno estatal y obviamente ubicándola en la marginación de servicios públicos.
De plano anda jodido el aspirante enviado por Palacio Nacional, ya que obviamente ignora que el Fraccionamiento Villa Bonita es un sector que bien pudiéramos ubicar como clasemediero muy progresista e incluso tirándole hacia arriba en la escala socioeconómica, en función de las múltiples amistades que tenemos por esos rumbos.
Ese nuevo rebuzno pretendió ser ocultado, eliminando la invitación girada a través de las redes sociales, mientras el respetable volvía a agarrar de botana al saltimbanquis de referencia, quien por supuesto también ignora que el gobierno estatal hace unos meses le metió una lana a la rehabilitación de espacio deportivo.
Lo cierto es que las campañas políticas permiten ver ese tipo de ignorancias en donde menos se piensa y hasta ocurrencias con ánimos de posicionamiento, como fue el caso de la alcaldesa Célida López Cárdenas, quien no obstante los altos niveles de inseguridad en prácticamente todos los sectores del municipio, se animó a protagonizar un desfile callejero de patrullas policiacas, con ella a la cabeza conduciendo una cuatrimoto, en lugar de que todas esas unidades anduvieran protegiendo bienes y vidas de los hermosillenses.
Pues cada quien se entretiene con lo que le de la gana, aunque ese exabrupto y distracción de recursos humanos y materiales en frivolidades no habla muy bien de quien aspira a la reelección y que le sigue debiendo mucho a los hermosillenses.
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