Daniza Vega #DespiertaSonora
Con bombo y platillo la empresa internacional IEnova anunció hace unos años su proyecto ‘Plantas Purificadoras de Agua para Pueblos Yaquis’, uno de los compromisos que hizo con el fin de que la etnia sonorense le permitiera construir el gasoducto por sus tierras sagradas.
Pero lo que nunca tomó en cuenta IEnova es que sin agua es imposible ponerlas a operar.
En un recorrido que realizó Despierta Sonora se constató que esas plantas lucen empolvadas, ya hasta hoy en día las comunidades siguen sin agua, por lo que eso y nada es lo mismo.
Según relatos de los propios indígenas yaquis, este proyecto fue aprobado para instalarse en las comunidades de Vícam Pueblo, Vícam Estación, Belém, Rahum, Huiribis, Pótam, Loma de Guamúchil y Tórim, pero de forma incongruente sus habitantes padecen de una extrema sequía.
Recientemente, IEnova anunció las bondades de estas plantas y los beneficios que han dejado a los pueblos, pero al consultar a miembros de la Tribu Yaqui de comunidades como Pótam, Huiribis, Rahum, Loma de Guamúchil y Belem, indicaron qué si existen, pero es como si no estuvieran, ya que nunca han operado, incluso mencionan que realmente no saben si funcionan, ya que ni las han encendido.
“Sí se instalaron las plantas en los ocho pueblos yaquis, pero no hay agua para abastecerlas, así que nunca supimos si funcionan o no”, expresó uno de los indígenas de la Loma de Guámuchil.
Otro miembro de la tribu de la comunidad de Ráhum consideró importante hacer un replanteamiento a IEnova, ya que lo que les entregó a los pueblos es insuficiente comparado con las ganancias que tendrá la empresa con la operación del Gasoducto.
“Es una baba lo que el gasoducto dejó a nuestras comunidades, hasta parece una burla que estén esas plantas ahí como si fueran unos monumentos, sin uso alguno”, expresó el indígena yaqui.