#DESPIERTASONORA
El arsenal de mentiras de los directivos del Instituto Nacional para los Pueblos Indígenas (INPI), es abundante y lo despliegan con mucha holgura a la sombra del Plan de Justicia para los pueblos yaquis a quienes a toda costa les quieren imponer la aceptación de la operación ilegal del Acueducto Independencia, obra que atropellando amparos y resoluciones de la Suprema Corte, ha estado trasvasado agua desde la Cuenca del Río Yaqui para engordar los negocios inmobiliarios en la ciudad de Hermosillo.
Encubiertos en los beneficios asistenciales para la tribu yaqui que contempla el Plan de Justicia ordenado por el presidente Andrés Manuel López Obrador, Adelfo Regino Montes, director del INPI y su asistente Hugo Aguilar Ortiz, durante todos estos meses se han dado a la tarea de desacreditar el peritaje antropológico realizado por el Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). El estudio, elaborado dentro del protocolo de la consulta a la tribu yaqui ordenada por la Suprema Corte de Justicia de la Nación, es una piedra angular en la lucha sostenida por los yoremes, los productores rurales y los ciudadanos del sur de Sonora, en contra de que las aguas del Río Yaqui sean desviadas para otro destino y otros usos que no están contemplados en el decreto histórico del presidente Lázaro Cárdenas.
A los directivos del INPI, no les gusta el peritaje del INAH, porque es un estudio que, con sólida consistencia técnica y científica, demuestra las afectaciones irreparables que tiene y tendrá sobre la tribu yaqui la operación del Acueducto Independencia, al trasvasar volúmenes crecientes de agua a la capital del estado para atender la insaciable demanda de los especuladores inmobiliarios. Lo que menos les agrada, porque choca con sus planes, es que el peritaje concluye que el acueducto se tiene que cancelar para proteger la existencia de la etnia.
En tanto que el peritaje antropológico se inscribe dentro del protocolo de consulta ordenado por la SCJN, para determinar los posibles daños ocasionados por la operación del acueducto, su resultado tiene valor jurídico. Y en la ejecución de sentencia la corte establece que si se demuestran daños irreparables a la etnia el acueducto se debe de cancelar aún antes de concluida la consulta. Las autoridades responsables de atender el señalamiento del máximo órgano de impartición de justicia, en este caso Semarnat, Profepa y Conagua, durante el gobierno de Peña nieto y en los cerca de tres años del gobierno de la cuarta transformación, lo han desdeñado. Razón por la cual el Acueducto Independencia se mantiene operando sin contar con permiso de Manifiesto de Impacto Ambiental.
La tribu yaqui ha resistido durante los últimos nueve años y no acepta la conclusión de la consulta, mientras no se admita el sentido de la ejecutoria de amparo emitido por la corte desde junio del 2012, en el que se obliga a las autoridades responsables a atender el estudio emitido por el INAH y con ello a cancelar el acueducto antes de que se concluya la consulta. Los yaquis saben que el gobierno federal no va a obedecer el resultado de la consulta, aunque esta se resuelva en contra de la operación del acueducto, porque su resultado no tiene efecto legalmente vinculante.
En reciente entrevista, Adelfo Regino le ofrece a los yoremes la manzana envenenada. Para lograr su cometido de terminar la consulta, les miente al decir que los resultados de la misma serán legalmente vinculantes, aludiendo recientes reformas a los procedimientos de consulta a pueblos indígenas que en realidad no tienen efecto retroactivo. Esta mentira se suma a otras muchas, algunas de ellas temerarias, como los dichos de Hugo Aguilar, quien ha sostenido frente a las autoridades tradicionales de la tribu, que para hacer valer el peritaje antropológico del INAH “se tendrían que derribar las presas construidas sobre la Cuenca del Río Yaqui porque estas perjudican más a la tribu que la operación del acueducto”.
Las mentiras tienen el propósito de desarmar a la etnia invalidándole uno de sus principales instrumentos de defensa: el Peritaje Antropológico Respecto al Impacto Social por la Operación del Acueducto Independencia.