ALBERTO VIZCARRA OZUNA / COLUMNISTA
#DESPIERTASONORA
1.-Cuando los directivos del Instituto Nacional de Pueblos Indígenas (INPI) le ordenaron a CONAGUA que le ofreciera a la Tribu Yaqui cerca de 700 millones de metros cúbicos de agua para ampliar su área de riego, lo hicieron a sabiendas de que las aguas del Río Yaqui se encuentran legalmente concesionadas a los usuarios de la cuenca y que los volúmenes prometidos no existen como disponibilidad.
2.- Luego entonces, lo que se proponen no es beneficiar a la tribu con mayores volúmenes de agua, sino introducir un ambiente de zozobra y división entre los usuarios de la parte baja de la cuenca que durante años se han mantenido unidos -junto con la Tribu Yaqui- en contra de la operación ilegal del Acueducto Independencia, cuya “legalización”, al admitir la desviación de las agua del Río Yaqui a otro destino y otros usos, estaría destruyendo el decreto de Lázaro Cárdenas que protege a la etnia y a las actividades productivas del Sur de Sonora.
3.- No te distraigas con los artificiosos globos de cantoya elborados por los taimados directivos del INPI, quienes desde que recibieron la encomienda presidencial de instrumentar el Plan de Justicia para los Pueblos Yaquis, llevan como prioridad en su agenda imponer el Acueducto Independencia.
La promesa es tan falsa como perversa: te ofrezco agua no disponible a cambio de que admitas el despojo de la que ya tienes.
