VOTAR O NO VOTAR; EL QUID DEL ASUNTO
ARMANDO VÁSQUEZ A. / COLUMNISTA
#DESPIERTASONORA
PARA LOS LECTORES que me han preguntado mi posición sobre ir o no a votar el próximo diez de abril, van tres reflexiones.
1.- En su momento, Ernesto de Lucas me comentó que el problema que veía con el fracaso de la izquierda era que los modelos económicos mundiales en el caso de México, nos dejaban en la incertidumbre.
Tan tenía razón que al día de hoy cualquier bandera que quieran encabezar los candidatos presidenciales, se encuentran no solamente desgastadas, sino reducidas a casi cero en materia discursiva.
No hay pues un modelo en el cual confiar.
Combatir la corrupción, impunidad, delincuencia, incrementar la economía y el gran abanico de temas que se manejan durante las campañas sonarán a discursos huecos, sin base para otorgar una posibilidad para ganar una delantera.
Y ocurrirá con quien sea candidato del partido que me ponga.
Si nuestra capacidad de asombro se desplomó y no creemos que el país logre superar posibles expectativas, ¿a quién entregar el voto esperanzador?
De allí se entiende que el joven Luis Donaldo Colosio haya aparecido en la lista de presidenciales bajo el contexto de que cuenta con los principios de su finado padre, por un lado y por el otro, que merece una oportunidad para que haga algo diferente. Aunque claro, su desventaja es la juventud que hace levantar la ceja izquierda como referente o duda de que pueda sobrellevar la pesada losa que es este país. Pero el coraje lo tiene, aunque no es suficiente.
Los esquemas político-económico mundiales nos ponen ante dos disyuntivas sociales: seguir con la implementación del socialismo como herramienta de gobierno o hacerlo a un lado para establecer el capitalismo como catapulta productiva. Ambos tienen sus millones de seguidores en México y ese es un grave problema pues de alguna manera –quien gane–, no tendrá la sartén completa por el mango allende 2024 para realizar los movimientos debidos.
Vamos a seguir en el limbo y no veo el planteamiento de un esquema ganador. ¿Qué nos podrá decir Claudia Sheinbaum para que votemos por ella?, ¿y la oposición creerá que con atacar a Amlo y su modelo de cambios será suficiente para ganar las elecciones?… no creo.
¿Cómo podrán lograr los candidatos convencer a los hacedores de riqueza en México para que no se vayan del país y a los que se queden que sigan invirtiendo?
Lo teóricos sociales establecen que cuando un país se encuentra en crisis total, se conforma un reforzamiento interno más marcado y no por regiones, sino por estado o municipio lo cual es un tema que merece profundidad aparte.
2.- Las estrategias de crecimiento actuales están deslucidas. La confianza en los indicadores de los diferentes organismos encargados de ello desmejoró en credibilidad, vaya, ahora resulta que en dos semanas el país se puso en verde en materia de contagios de covid. Por favor.
¿El Inegi y sus cifras?, está en esa vertiente en la cual sus cifras cuentan con un asterisco de duda. ¿EL Banco de México?, lo mismo. Ya no sabemos si somos o no un país convertido en paraíso fiscal para el lavado de dinero de los delincuentes de gran calado. De allí el continuo manejo excelso de las divisas de los paisanos como justificante del manejo de dólares que no empata con lo que dicen que envían con el número de connacionales que residen en Estados Unidos, como se ha manejado por especialistas.
3.- La lista de incertidumbres sigue y sigue. ¿La influencia demostrada por los narcos?, es un punto importante. Por esa razón insisto en que el mexicano consciente de esta situación, más que por un candidato va a votar por un equipo de trabajo.
Quien quiera ser presidente de este país en el 2024 deberá hacer su campaña con las personas que conformarán las principales carteras quienes sumarán o restarán votos, dependiendo del escrutinio ciudadano. Ya no estamos para experimentos.
La herramienta de la revocación de mandato puede ser el Waterloo de Amlo. Hay quienes piensan que no deben asistir a la votación, que de todas maneras ganará el inquilino de palacio, que sería hacerle el caldo gordo, que aunque pierda no se va y un etcétera así de largo.
El próximo diez de abril será una manifestación, no guste o no, en el cual se podrán observar otros vectores más allá de los básicos.
Vamos a conocer si predomina la indiferencia, (abstencionismo), veremos la fuerza de movilización de Amlo, sus debilidades o bien, el enojo de la población en general contra Amlo que servirán de indicadores –de alguna manera–, para las elecciones presidenciales. Ya sabemos todos que los controles de las papeletas serán frágiles, pero en la medida de la participación se fortalecerá el mismo INE que en 2023 cambiará de directivos y con ello corre el riesgo de ser contaminado por los esquiroles de YSQ. ¿Capisco?
Estas reflexiones nos deben hacer entender que quienes busquen la presidencia, tienen que mostrarnos sus fortalezas lo más pronto posible. No se trata nada más de crear una imagen corporativa, –para lo cual apenas y se está en tiempos–, sino de prender esa luz que todos esperamos que se encienda. Ya veremos quienes de los sonantes emitirán su voto o no.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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