AGENDA FELIZ
SAMUEL VALENZUELA/COLUMNISTA
#DESPIERTASONORA.COM
En el tráfago de la difícil cotidianidad que enfrentamos la mayoría de los comunes mortales, las instancias de gobierno se esfuerzan por construir una agenda que aporte algo para distraernos y nos oferte posibilidades de felicidad al menos transitoria.
Frente a la problemática del sector agrícola del sur de Sonora, se propagandiza la inversión de 100 millones de pesos para que a fines de este año se abra al público el Parque Urbano La Sauceda, espacio de la capital de Sonora con pretensiones de convertirse en el Chapultepec de Hermosillo, tal como lo ha reiterado el gobernador Alfonso Durazo Montaño.
Mediáticamente esa noticia finsemanera no genera los equilibrios en la percepción colectiva respecto a la maltratada propinada por liderazgos de productores de trigo de los valles del yaqui y el mayo, al senador Arturo Bours, a la diputada federal, Gabriela Martínez y al diputadito local, Pollito Castelo, quien, dicho sea de paso, sabe si estuvo ahí como representante popular o agrotitán.
Pero de todas formas se llevó su arrastrada porque la representación legislativa de MORENA-Sonora no ha movido un dedo en favor de sus representados y se concretan a lamer verijas de sus coordinadores parlamentarios y a votar como se les indique, que, en el caso de la problemática de los productores de trigo, luego de semanas en la agenda ciudadana, apenas dieron la cara.
Pero de todas formas para los hermosillenses resulta alentador que luego de tantos anuncios recientes y del pasado, ya se esté poniendo manos a la obra para rescatar ese espacio que tantas alegrías y buena convivencia propició entre las familias capitalinas, incluido este aspiracionista que remó en el canal, se tiró por toboganes; paseó en el trenecito, disfrutó de una carne asada, recorrió el museo de la Burbuja, disfrutó de conciertos en el teatro al aire libre, entre otros disfrutes en ese concesionado espacio.
Es un aliciente para la ciudadanía escuchar buenas noticias luego de sufrir las de Caín por el aumento de precios de productos y servicios y el gobernador Durazo ha perfeccionado dicho arte con el fin de alentar el espíritu de los sonorenses, con un discurso de concordia, optimista e incluso de fantasías de lo que podría ser esta entidad si se concreta ese gran paquete de obras de infraestructura que se resume en el publicitado Plan Sonora de Energía Sostenible.
Pues algo aporta para que no nos preocupe tanto el malandro de la colonia; que en ciudad Obregón no asusten tanto las balaceras o que ya no impresionen tantos hallazgos de ejecutados empacados a manera de tamal en la vía pública o en fosas clandestinas o como decíamos, que los productores agrícolas hayan sido dejados en la indefensión por las autoridades federales, aunque sus dirigentes reconozcan que el gobernador le hizo la luchita para conseguir muy poco.
Como sea, el Parque Urbano La Sauceda constituye desde ya una fuente de potencial alegría y felicidad para los hermosillenses porque de acuerdo con el gobernador y a su titular de la SIDUR, Heriberto Aguilar, en diciembre próximo se habrá recuperado ese espacio luego de fallidos y corruptos proyectos similares emprendidos por la administración de Alejandro López Caballero y más antes, por Javier Gándara Magaña.
De alguna forma el gobierno estatal pudo lograr destrabar lo que parecía jurídicamente imposible dada la concesión aparentemente a perpetuidad de esa parte de Hermosillo a un particular desde principios de los años 90, para ahora proyectarse como un parteaguas de la convivencia social entre los capitalinos y porqué no, entre los sonorenses.
Es que ya se habrán enterado, además de las intervenciones para establecer sistema de movilidad peatonal y ciclista al interior del parque; impulsar la forestación de las instalaciones y en el área del humedal, así como andadores en ese sector, jaula de bateo, remodelación del teatro al aire libre y de accesos, también se desarrollarán con fines de esparcimiento 170 hectáreas que de forma simbólica vendió al gobierno estatal una institución bancaria, sin olvidar que el proyecto incluye también un parque lineal desde la Victoria.
O sea, las cosas se proyectan en grande en el gobierno de Durazo Montaño y por lo mismo, independientemente que se concreten o no, en lo inmediato hace renacer la esperanza de que las cosas pudieran mejorar para los comunes mortales, al menos para disponer de espacios decentes para el esparcimiento familiar.
Miren, el que puede dar cuenta de logros y concreciones sobre infraestructura comunitaria ya en manos de la gente, es el presidente municipal de Hermosillo, Antonio Astiazarán Gutiérrez, que en el caso que nos ocupa: la recreación y la buena convivencia comunitaria, ya ven que en menos de seis meses y con una inversión de poco más de 25 millones de pesos, puso al cien el área del Cárcamo, aledaño a La Sauceda, espacio que desde hace semanas es generador de muy buenas noticias para los capitalinos, así como lo hace con otras obras de infraestructura.
Pero eso de poner la mesa para generar buena convivencia, disfrute y felicidad ciudadana, conlleva riesgos de provocar lo contrario y ya será cuestión de sopesar los pros y los contras, poner en la balanza lo que vale o no la pena, como nos comentaba ciudadana respecto al cierre de las más importantes y transitadas vialidades de la capital de Sonora para plantar uno de los escenarios de las Fiestas del Pitic que arrancan el próximo jueves.
Cerrar al tráfico vehicular la confluencia de la Rosales, Bl Encinas y el Bl. Rodríguez, tres días antes de la presentación de algún gargantón de la artisteada se nos figura un exceso, pero se supone que el alcalde y sus expertos evaluaron costos-beneficios –no de ellos, de los ciudadanos—sobre dicha decisión, que por lo pronto ya causa muchos corajes entre automovilistas, con la esperanza de que se compensen si asisten a disfrutar el extenso programa que ofrecerá esa ya tradicional festividad.
Es que las cosas se complican más con dicho cierre, al sumarse los otros cierres eso sí a causa de obras en proceso, como son los casos de ahí cerca, la del paso a desnivel, el de la Reforma y Solidaridad, además de la operación de brigadas de parques y jardines, de servicios públicos, semaforización y alumbrado, que de forma sorpresiva se aparecen con todo y sus estorbos en las principales vialidades.
Hacer feliz a la gente es el objetivo de las instancias de gobierno y en esa tarea le ponen muchas ganas tanto el gobernador como el alcalde capitalino, solo que como se comprenderá no son enchílame otras y el fracaso luce como lo más común, tanto porque los resultados no corresponden a las expectativas generadas o porque de plano son de muy largo plazo.
Además, que esa tarea –generar condiciones de felicidad y bienestar para la gente—se complica sobremanera frente a la principal fuente o cascada de amargura de este país y que vomita porquerías, retos, provocaciones, mentiras, insultos y agresiones todas las mañanas de lunes a viernes desde Palacio Nacional, que se extiende a sábado y domingo desde chiqueros en otras partes del país.
Si bien ya no es un espacio tan recurrido, las mañaneras del presidente Andrés Manuel López Obrador, constituyen sin lugar a duda, en el más importante foco infeccioso de este país; punto de beligerancia institucional desde el poder en contra de la sociedad civil; retrato de la decadencia neuronal del de Tabasco y para decirlo pronto, principal espacio público desde se genera la infelicidad del pueblo de México, y solo por la verborrea estúpida de quien vive en un palacio pero predica en favor de los pobres a la menor provocación.
Anda crispado e histérico el presidente; confrontado con la Suprema Corte de Justicia de la Nación se pondrá más crispado e histérico por el fallo de este lunes en donde se determinó la invalidez total de su decretazo del 21 de noviembre pasado para ocultar a indiscretos cómo se las gasta su gobierno, las corruptelas y destino de miles de millones de pesos en la construcción de sus mega obras como la Refinería Dos Bocas, el aeropuerto Felipe Ángeles y el tren maya.
En otras palabras, todas las marranadas, agresiones y plantones en contra de la Magistrada Norma Piña y demás ministros autónomos y objetivos de la sevicia presidencial, para nada los han intimidado, o sea, ha resultado en un rotundo fracaso la estrategia de ablandamiento orquestada desde Palacio Nacional en contra del último valladar de defensa a la Constitución General de la República.
Lo mejor de todo es que las mañaneras cada vez menos se quedan sin audiencias y esa fuente permanente de amargura y de odio, de venganzas y rencores; de traumas e ignorancias; de ausencia de visión de estado y de demagogia, dejan de ser tanto obstáculo para que Durazo y el Toño avancen en el objetivo de crear condiciones de felicidad para la gente.