SERVIR
SAMUEL VALENZUELA/COLUMNISTA
DESPIERTASONORA
El trabajo de Natalia Rivera Grijalva como diputada de la legislatura de Sonora, bien puede ser considerado como el sinónimo de servir y ejemplo de lo que debe hacer cualquiera que tenga la honrosa oportunidad de representar a la ciudadanía desde el Congreso del Estado.
A Natalia la conocemos desde hace muchos años; la vimos desde morrita desarrollarse y crecer su liderazgo siempre a ras de suelo, pero no ese ras de suelo choteado por quienes desde palacetes solo la usan para engañar a incautos, si no en el contacto cercano; con interacción inmediata con la gente y siempre en proceso de aprendizaje y formación académica.
Nadie podría desmentir que ella es la mejor representante de la actual legislatura y tal distinción la asume con naturalidad y compromiso de quien su trabajo legislativo ha sido producto de 168 reuniones con ciudadanos de todos los sectores sociales y en colonias populares, de donde han surgido 23 iniciativas, de las cuales 10 han sido aprobadas.
El viernes pasado rindió su II Informe, donde en populoso sector capitalino, reunió a representantes de al menos 100 colonias de Hermosillo y de comunidades de la zona rural, con quienes ha trabajado en los últimos años para formular una agenda legislativa de la gente y que ella impulsa como diputada.
Por cuestiones de distancia y compromisos familiares, nos fue imposible acompañar en ese momento estelar a nuestra querida amiga y a su familia por quien guardamos especial afecto, pero estuvimos al tanto del excepcional ambiente con más de medio centenar de asistentes ante quienes resumió las acciones y los hechos que ha protagonizado como integrante de la representación popular sonorense.
Hemos estado atentos a su trabajo legislativo y sabemos que, a pesar de las estrategias dilatorias de la mayoría oficialista y su condición de diputada de oposición, ha logrado la aprobación de 10 iniciativas de profundo sentido social y que empoderan al ciudadano frente a instancias de gobierno.
Miren, por su iniciativa para impulsar a mujeres empresarias, ahora por ley, el gobierno debe comprar una buena parte de los productos y servicios a las micro y pequeñas empresas dirigidas por mujeres o con mayoría femenina en su planta laboral.
Logró además que se constituyera un fondo especial con recursos financieros garantizados, para que las hijas e hijos de jornaleros agrícolas tengan becas para estudiar carreras universitarias; promovió y fueron aprobadas reformas para que los trámites del gobierno sean claros y sencillos y los funcionarios te atiendan rápido y de buena manera.
Rivera Grijalva es la responsable de lo que quizás sea la reforma constitucional de mayor calado relativa a la figura del Parlamento Abierto, por la cual, los diputados están obligados a consultar a los ciudadanos antes de aprobar una Ley, y si no lo hacen se les puede exigir en tribunales hasta que cumplan, terminando así su condición de recaderos del ejecutivo y que todo lo que voten sea del conocimiento de la ciudadanía.
También de gran calado las reformas al código penal para aplicar sanciones de cárcel a quienes alteren bebidas alcohólicas con propósitos de abuso sexual o de cualquier ilícito; logró se aplique un sistema administrativo para que por primera vez en la historia del Congreso del Estado se tenga un plan con metas claras de lo que cada funcionario tiene que hacer y cómo debe hacerlo.
De eso y más informó la diputada en esa fiesta cívica en que convirtió la presentación de su informe legislativo, al que cual debe, asistieron por dirigencias municipales y la estatal de Movimiento Ciudadano, así como integrantes del grupo parlamentario de ese partido en el Congreso del Estado.
Por otra parte, están agarrando vuelo los derivados de la sorprendente propuesta del gobernador Alfonso Durazo Montaño de eliminar la Presa Abelardo L. Rodríguez, para impulsar el desarrollo urbano e inmobiliario en su vaso, en el marco de objetivos que garanticen el abasto de agua a Hermosillo y a la vez evitar grandes avenidas por lluvias extraordinarias.
Miren, en un magno evento celebrado el 2 de junio del 2010 en el patio central del Palacio de Gobierno, Guillermo Padrés anunció la construcción de un acueducto desde la presa El Novillo para satisfacer la demanda que requería el desarrollo de Hermosillo para los siguientes 50 años.
Para instalar dicha infraestructura de 153 kilómetros, equipamiento de extracción y reservorio, se calculó una inversión de tres mil 680 millones de pesos, que como se sabe subió hasta más de cinco mil millones de pesos por la corrupción que caracterizó a esa administración estatal.
De muy alto impacto mediático dicho anuncio y el detallado del programa denominado Sonora Sí, que incluía diversas obras hídricas, llevándose las palmas el mentado acueducto por la fractura social que generó y el conflicto legal que aún persiste, así como persiste el despojo de al menos 30 millones de metros cúbicos anuales al valle del Yaqui y a las comunidades de esa etnia.
Paradójicamente, el anuncio del gobernador Durazo Montaño de rediseñar las cuencas del Río Sonora, del Río San Miguel y el Zanjón no ha tenido tal impacto a pesar del vuelco histórico en el manejo de las aguas superficiales de esta parte del país que subyace en su propuesta, que requeriría de una inversión superior a los cinco mil millones de pesos.
Miren, muy al vuelo el planteamiento inicial del mandatario en un foro en Ciudad Obregón, en el cual de forma evidente se parte sobre bases equivocadas para justificar la cancelación de la presa Abelardo L. Rodríguez, a partir de la temeraria conclusión de que desde hace muchos años no aporta ni un litro de agua al abasto de la capital de Sonora y que igual ocurre con la presa El Molinito.
Luego está la torpe y ejemplarmente tímida explicación del titular de la Comisión Estatal del Agua, Ariel Monje Martínez en conferencia de prensa del pasado viernes, de lo que se supone es el Plan Hídrico de Sonora, que en lo que a Hermosillo compete, implicaría la construcción de tres nuevas presas de manejo de avenidas de los ríos Sonora y el San Miguel, además del reforzamiento de la cortina de la presa El Molinito.
Todo para poder aprovechar con fines inmobiliarios el vaso del embalse capitalino, el cual quedaría simplemente como una lagunita para contener avenidas del Zanjón y al menos una docena de arroyos que desde el sur desfogan en la hasta ahora presa ALR.
Monge Martínez trató de darle cierto sentido al anuncio del gobernador, al centralizar su propuesta desde la perspectiva de riesgos de inundaciones para Hermosillo, dado el vaso azolvado de la ALR y fallas estructurales en la cortina de El Molinito y así las cosas, construir una presa a la altura de Sinoquipe y otra en la Puerta del Sol, bajando de la sierra de Mazocahui, en tanto que para controlar al San Miguel la propuesta es construir otra presa en la zona conocida como Las Chivas en el municipio de San Miguel de Horcasitas.
Así, como enchílenme otras tres nuevas presas para garantizar la seguridad de la capital de Sonora, que, para efectos del abasto de agua para consumo humano, se construirán “acueductitos” desde esos embalses, igual al que opera actualmente desde el Molinito, todo a cambio de aumentar la reserva territorial urbanizable en Hermosillo con mil 750 hectáreas.
O sea, se trata de una jugada de tres bandas: la primera evitar inundaciones en caso de abundantes precipitaciones; la segunda garantizar el abasto de agua para consumo humano, y la tercera comercializar ese hectareaje, cuya enajenación a favor de particulares de la industria inmobiliaria no debería ser ningún problema, dejando para efectos del vasito de la presa unas 800 hectáreas que bien pudiera ser un paradisiaco lago unido por un canalón hasta el área de La Sauceda.
Así como ocurrió con la construcción del acueducto El Novillo, el actual gobierno estatal puede superar cualquier cosa que se refiera a factibilidad financiera y ambiental para efectos de los permisos que debe emitir la Semarnat, que para eso son instancias afines de gobierno, en tanto que por dinero eso sería la menos causa de preocupación, dada las capacidades financieras del poderoso sector inmobiliario y sus reconocidas habilidades para la especulación.
Para resolver la factibilidad técnica, desde nuestra perspectiva lo primero que debería de hacer Durazo Montaño es reconsiderar de fondo sus afirmaciones respecto a que la ALR y el Molinito desde hace muchos años no aportan una gota de agua a los habitantes de Hermosillo, como justificante para desaparecerla del mapa y de ahí en adelante fundamentar con realismo y bases ciertas, un cronograma de la construcción de las tres mentadas presas, como premisa para poder construir en el vaso.
José Luis Jardines y César Lagarda, reconocidos técnicos y hasta científicos en temas hídricos, han emitido opiniones en contra de la propuesta del mandatario estatal y enumeran un altero así de imposibilidades técnicas, que para efectos de resolverlas sería como determinar que fue primero, el huevo o la gallina.
Lo primero que habría de superar es que se el manifiesto de impacto ambiental donde Semarnat determine que eliminar la presa no afecta en nada, satisfaga a los bragados ambientalistas del partido verde –es broma—, que habitantes y propietarios de predios que se inundarían con las nuevas presas estén de acuerdo y que durante el tiempo que se construyan no se registren precipitaciones extraordinarias sobre las cuencas que estén en rediseño.
Habrá que esperar las precisiones e información a detalle sobre esa propuesta, porque hasta ahora solo son retazos mal dichos, mal explicados, con información falsa y con todos los aspectos que influyen para que se generen dudas y desconfianzas en el ánimo popular, en una sociedad harta de ser utilizada como bandera para generar comaladas de nuevos ricos y/o hacer más ricos a los que ya lo son.
A lo mejor el fideicomiso como el utilizado para urbanizar sobre el vado del río aguas abajo del vertedor, también se podría aplicar en la construcción de una desaladora o añadirle más módulos a la ya en operación en el área del Cochórit, Empalme, que para dobletear su producción de agua para el consumo humano solo se requeriría una inversión inferior a los 700 millones de pesos.
Hasta podría ser mayor la inversión en dicho rubro para resolver de una vez y para siempre problemas de abasto de agua en Empalme, Guaymas y Hermosillo con la mitad de los cinco mil millones de pesos calculados para eliminar la presa ALR, a la cual con esos recursos se le podría dar una desazolvada y resolver los problemas estructurales del vertedor de la del Molinito.
De desazolvarse la ALR, hasta podría dispararse la actividad gambusina y rescatar insospechada riqueza en oro, cobre y otros minerales que por tantos años arrastraron las avenidas hasta su vaso, aunque también está el riesgo de que se encuentren calaveras y huesos humanos.