Al llevar a cabo patrullajes en Ciudad Obregón, agentes de la Policía Municipal de Cajeme observaron caminar a paso lento y cargando bolsas por la noche a la señora María Asunción de 73 años y su hijo José Antonio de 41 años.

Por lo anterior los policías municipales se acercaron de inmediato con los ciudadanos, quienes al dialogar les confesaron que no contaban con los recursos para el traslado hacia su hogar, por lo que recibieron un aventón en la unidad policial hasta su vivienda en la Comisaría de Esperanza.
Cajeme cuenta con una corporación con rostro humano, muestra de ello son este tipo de acciones, que, aunque nadie les reconoce, sirven para cambiar la vida de muchas personas.