Rusia perpetró un ataque a las inmediaciones de un edificio histórico de Odesa conocido como “el castillo de Harry Potter” con un misil.


Cinco personas murieron en el ataque y otras 30 resultaron heridas. Algunas de las víctimas paseaban por la zona en el momento de la caída del misil.
Además de provocar un incendio en este castillo, que pertenece a una fundación universitaria, las explosiones de la munición de racimo dañaron otros edificios de la zona.