Con los órganos de dirección y decisión bajo su control, Alito Moreno propone ahora una modificación a los Estatutos del Revolucionario Institucional, para que los titulares de la Presidencia y Secretaría General puedan ser “electas hasta por tres periodos consecutivos”. Es decir, un dirigente como él, podría pasar de 4 a 12 años en el cargo.
Esta propuesta –cuya aprobación sería solamente un trámite en el Consejo Político Nacional– no es más que una treta para perpetuarse en la dirigencia nacional, lo que le permitiría regentear los harapos del otrora partidazo –lo que quedó después del tsunami guinda del dos de junio– hasta más allá del 2030.
En su propuesta, Alito expresa que la modificación estatutaria “es una medida necesaria e importante para la modernización y fortalecimiento del partido”, y la misma, se alinea “con el texto constitucional vigente”.
No obstante, hay una opinión casi generalizada de que, en vez de forzar su reelección, Alito debería renunciar por el lastimoso resultado del PRI en la reciente elección, comenzando por el que tuvo en Campeche, el estado que gobernó.