Daniza Vega #DespiertaSonora
Para miembros de la Tribu Yaqui, las promesas de progreso, desarrollo, crecimiento y empleo al permitir el paso del gasoducto por su territorio siguen en el aire, ya que la marginación y falta de oportunidades son evidentes.
Según el propio plan maestro de IEnova en su apartado “Impactos del Proyecto”, la llegada del tubo a territorio yaqui derrocharía un gran beneficio económico para la etnia por el arrendamiento del derecho de vía a la que la comunidad tiene derecho, beneficio que hasta el momento brilla por su ausencia.
Para Julio Gotobopicio Valencia, técnico de la Tribu Yaqui en la Loma de Guamúchil, los beneficios que ha dejado hasta el momento la empresa IEnova en las comunidades consisten solo en arreglar los templos y las guardias tradicionales, además de la instalación de las plantas potabilizadoras que nunca han podido operar por falta de agua, pero progreso y empleo no hay.
“Solo en algunas partes de las comunidades el gasoducto IEnova hizo trabajo, pero con nosotros solo las plantas potabilizadoras, en otras partes sí apoyó, pero con nosotros no”, explicó Gotobopicio Valencia.
Para el miembro de la tribu yaqui lo que han recibido de IEnova es muy poco, comparado con los beneficios que deja a la empresa la obra del gasoducto que cruza por áreas para ellos consideradas sagradas.
“Si, si es muy poco, con nosotros (Loma de Guámuchil) solo la planta entregó, a nosotros no se nos apoyó con la cuestión de arreglar la iglesia ni la Guardia Tradicional”, subrayó Gotobopicio Valencia.
El técnico de la Tribu Yaqui consideró necesario un replanteamiento de las demandas de apoyo a la empresa internacional IEnova, que sean justas para toda la etnia.