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despierta sonora

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ESTE PAÍS NO TIENE REMEDIO

ARMANDO VÁSQUEZ A. / COLUMNISTA

#DESPIERTASONORA

HACE 33 AÑOS –1988–, me tocó estar en una manifestación en la otrora Plaza de la Bandera de Hermosillo, del fundador del PDM, Ignacio González Gollaz –fallecido en el 2019 a los 94 años de edad–, quien dijo dos puntos que me llamaron la atención:

Uno, pregonaba que en el ámbito federal se deberían de trasladar las diferentes secretarías de Estado a distintas partes de México, por ejemplo, la Marina a Veracruz. Esto ha sido uno de los dos compromisos que aun no cumple Amlo –de los cien, que no ubico–, y el otro es lo de los asesinados de Ayotzinapan.

Pero González Gollaz proponía también que para acabar con la corrupción se debería de implementar la pena de muerte, al estilo Indonesia. Se parece un poco a lo que el Bronco de Nuevo León proponía de cortarle la mano al ladrón.

Y es que no hay de otra.

De hecho recordé, en este tenor, lo que dijo en su momento Eduardo Bours cuando estableció que el problema no es la corrupción, sino la impunidad. Y si, también tiene validez su argumento.

Cuando Amlo propuso el combate a la corrupción de manera seria, de candidato, el pensamiento generalizado fue: ojalá lo logre. Aún estamos esperando que meta a la cárcel y sentencien a 50 años de cárcel a cualquiera acusado de ese pecado y justificó su inacción señalando que como delito no existe. Que andaba en eso, pero ya pasaron mil días y nada.

Desgraciadamente la corrupción cambió de dirección, no es factible que se barran las escaleras de arriba para abajo, porque la nueva horneada de los cargos públicos a nivel federal llegó con mucha hambre.

Recuerde cuando estuvo Guillermo Padrés de gobernador, les dijo aquello en San Carlos a sus colaboradores que dejaran de ser los “Güichos” Domínguez, pero no le hicieron caso porque no tenían ejemplo a seguir.

Pululó en la era padrecista el desvío de recursos, las complicidades y la desesperación pues los funcionarios de nivel buscaron y lograron hacerse de recursos mal habidos. Y claro, les creció su ego vía machos alfas y hubo una treintena que cambiaron de esposas y otras, de esposo, lo cual es un tema paralelo.

Fue una lástima porque se esperaba mucho de un Guillermo Padrés del PAN que no supo detener esa vorágine de ambiciones particulares y de grupo. Nada nuevo de lo que por años se ha ventaneado.

¿Quién nos asegura que los nuevos funcionarios no vayan a caer en las redes de la corrupción?

Eso lo vamos a ver en los próximos meses.

Sin embargo, hay indicadores que nos hablan de que Alfonso Durazo, si no empieza desde el principio de su administración con la imposición de una mano fuerte contra sus funcionarios a quienes se les descubra en actos de corrupción, correrá la misma suerte de Guillermo Padrés o del mismo Amlo.

¿Recuerda los 30 millones de pesos destinados a La Sauceda o bien, las plantas eléctricas en las escuelas que se pagaron pero nunca se instalaron?, no hubo nada, se clavaron la lana.  Así como estos ejemplos hubo así de casos.

Alfonso Durazo, como gobernador, tendrá a su lado a ene cantidad de padrecistas, los que si supieron hacer negocios dentro del gobierno. ¿Usted cree que vayan a contagiar a los morenistas o que éstos irán a rebasar en triquiñuelas a los padrecistas?

Yo pienso que sí, pero no en los primeros meses, sino por allá después de marzo que empiece a caer la lana del gobierno federal. Dentro de seis meses, pues.

¿Pero qué puede pasar en este medio año?

Lo de siempre.

Los próximos funcionarios morenistas a nivel de sub, direcciones y jefes de área, van a llegar con mucha hambre, ambición extrema y endeudados. Lo mismo ocurrirá en el poder legislativo con los diputados electos, en su mayoría, morenistas.

Por esta razón habrá aquellos morenistas que se cobijen en el primer árbol que se les acerque, con lo cual su convicción anticorrupción saldrá por la ventana.

Es lógico pues el aspiracionismo es una cualidad humana difícil de limitar toda vez que los chamacos quieren mejor alimentación, las esposas se vuelven más exigentes y además hay que pagar hasta las deudas del changarro que siguen creciendo.

Todo orilla a que firmen por acá, den un visto bueno por allá, presionen a los inspectores bajo su mando, establezcan nuevas modalidades de trabajo dirigidos y con ello se conforme una nueva red que entra en el rubro de la corrupción.

Por ejemplo, todos los diputados en estos momentos, ya fueron o están por serlo, presionados por agencias de autos para que se hagan de sus primeros vehículos del año. Es la inercia y les importará poco el qué dirán. Lo mismo pasará con todos los funcionarios que laboren en la nueva administración encabezada por Alfonso. Y ni se diga de casas u otros bienes.

Ese ingreso a la modalidad de corrupción, los envolverá de tal manera que por compromisos –que son adeudos–, no les dejará salir del círculo vicioso.

Y así será per secula… No veo que en esta nueva administración vaya a darse la diferencia.

EN FIN, por hoy es todo, el lunes le seguimos si Dios quiere.

Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…              

Correo electrónico: archivoconfidencial@hotmail.com    Twitter: @Archivoconfiden                   

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