REDENCIÓN DEL PRI
ARMANDO VÁSQUEZ A. / COLUMNISTA
#DESPIERTASONORA
CUÁNDO USTED PIENSA en el PRI, ¿cuál es la primera imagen que se le viene a la mente?… ¿corrupción?…
Es una imagen difusa, poco clara pues es difícil de colocarla en el pensamiento de una manera precisa, pero su percepción es tan fuerte que, aunque se diga que el partido está cambiando, que ha mejorado, la verdad es, casi imposible de creerles a los priístas. Casi.
Si , hay aquellas figuras políticas del PRI que cruzan el pantano y no se manchan, pero una gaviota no hace verano.
Ayer escribí un análisis de un PRI, que con su decisión en torno a la reforma energética contará, de aprobarla, con un castigo y de no hacerlo, con un cachito de percepción de madurez que adelgazará ese hilo que lo mantiene como PRIMOR. Por lo pronto ya se amplió hasta diciembre su discusión. Se ganó tiempo para que el tema baje de intensidad.
Sin embargo, ¿es suficiente ese tema para cambiar la percepción de los mexicanos que durante ochenta y tantos años incrustó en la mente que era necesario este partido para que este país no se fuera al abismo?
Si el PRI quiere entrar al camino de la redención, según los manuales de tratamiento de crisis, lo primero que debe hacer es pedir perdón a todos aquellos que de alguna manera ofendió. Esto genera una humildad que propaga de manera automática la limitación del odio que se le tiene. No promesas, no más palabras. Es solicitar el perdón a todas las generaciones. Por si solo, este gesto habla de una decisión de cambio sin decirlo.
Que carambas, fue lo primero que hizo Zuckerberg por la caída de Facebook, WhastApp e Instagram aún y cuando perdió más de cinco mil millones de dólares por esa acción del lunes. https://bit.ly/3A92LEg
El segundo paso es desdibujar el logotipo del PRI, no desaparecerlo, sino cambiar sus colores conforme a luchas como ocurrió en Campeche donde lo pintaron de rosa y justificaron señalando que octubre es el mes de la sensibilización sobre el cáncer de mama. https://bit.ly/3lgtMBD
Es factible pintarlo de verde bajito, azul, amarillo, etcétera y considerarlo dentro de un marco mensual de lucha: por la ecología, contra la contaminación del mar (de luto, negro, el mero 23 de marzo), y los rubros que usted quiera y sí, que septiembre y noviembre, por ser meses relacionados con la Patria, puede manejarse como siempre: verde, blanco y colorado.
Esta acción llevaría al PRI, como organización, a diseminar mentalmente la percepción negativa y desenfocada que se tiene del partido.
En tercer término, se debe instalar una mesa de reconstrucción moral con tres objetivos básicos: implementación estatutaria de nuevos procesos para ingresar al PRI, en segundo, establecer un juzgado interno de rendición de cuentas (donde haya denuncias de todo tipo, incluyendo las de aquellos que buscan una candidatura y que por equis o ye les cortan sus aspiraciones) y tercero, poner al frente de esta encomienda a ideólogos del partido que no tendrán derecho de participación electoral.
(Si no se les brinda la confianza debida y no comprenden estos personajes la importancia de su posición, es mejor no seguir con esto de hacer como que cambian para que todo siga igual.)
En cuarto término y también de manera estatutaria, se debe dejar en claro que ninguno de los directivos del PRI tendrá acceso a una plurinominal o participar por una candidatura sino hasta después de un año de haber dejado el cargo.
Y en quinto término, y como las escaleras se barren de arriba hacia abajo, se deberá crear un archivo interno por estado en el cual se credencialice a sus integrantes (para conocer realmente con quienes se cuenta) y que a su vez llenen un formulario similar a la tres de tres por un lado y por el otro, que el PRI obtenga información de las fortalezas personales de dichos integrantes. (Si me contratan pudiéramos abundar en esto).
A su vez, deberá de conocer el partido cuáles son las áreas de los integrantes que se deben reforzar: liderazgo, comunicación, conocimiento del orden público, etcétera.
Por supuesto, en paralelo deberá continuar con sus banderas de lucha social, sus negociaciones y manejos de tipo político tanto al interior como al exterior y todo aquello que ya conocemos.
En torno al punto neurálgico de la elección de candidatos, lo más certero es que medio año antes de cada proceso, se inicie estratégicamente una convocatoria interna para quienes quieran ser aspirantes y realicen cursos especializados como se hizo una vez en Sonora, hace algunos años, y que les resultó benéfico en un 50% pues hubo problemas de selección y padrinazgos que no pudieron erradicarse, pero la experiencia existe y debe mejorarse. Pero este es otro tema.
¿Difícil?… claro que sí, pero todo empieza con el primer paso y el NO ya se tiene asegurado.
Si una organización política como el PRI busca generar y propagar sus ideas, debe enfrentarse a una realidad y tomar las debidas decisiones que le permitan no solamente subsistir, sino aprender y regenerarse. No hay de otra.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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