VIENE OTRA COSTOSA CONTRAMARCHA…
ARMANDO VÁSQUEZ A. / COLUMNISTA
#DESPIERTASONORA
UNA DE LAS PRIMERAS recomendaciones comunicacionales que se le hace a todo jefe de gobierno es negar cualquier aseveración que le pudiera perjudicar y reducir al máximo sus posibles consecuencias sobre hechos concluyentes, de allí que López Obrador haya comentado que llegaron al zócalo entre 80 y cien mil asistentes a la concentración del domingo temprano por parte de los defensores del INE.
Una falacia más del señor de las mentiras que utiliza profusamente.
Maneja pues el enfrentamiento natural entre aquellos que están contra él y quienes le defienden, claro, bajo la observación predominante de esperar a que el tiburón pase de largo y lograr posteriormente que la permanencia y temas diferentes tratados en su mañanera, sean la narrativa del nuevo día.
Es la táctica siemprera.
Sin embargo, y lo sabe muy bien LO, el tema de la publicación de su plan B electoral en el Diario Oficial de la Federación es un paso formal más que cuenta con la oportunidad de ser rechazado o impugnado por parte de la SCJN integrada por once magistrados, ocho de los cuales no le son afines.
Aunado a ello es claro, hasta para un neófito en el tema, que las propuestas manejadas en el plan B son verdaderamente anticonstitucionales, razón por la cual la Suprema Corte deberá desecharlas en el corto plazo, antes de que finalice marzo.
En este tenor, la importancia de la concentración del domingo y su vigencia en medios informativos durará en la medida en que el mismo López Obrador divulgue cualquier ápice del tema en su mañanera, pues para los conocedores del manejo mediático, se entiende que la temática tiene un principio y un fin conforme a la referencia presidencial.
Habló incluso en la mañanera de que ya había llenado en sesenta ocasiones el zócalo e instigó a los grupos opositores a que se esforzaran más en sus manifestaciones, alegando desdeñosamente que apenas juntaron 90 mil personas.
Empero y siendo las mañaneras la principal herramienta de divulgación e imposición de la agenda cotidiana, la pregunta es ¿cuál será el tema al que le tratará mayor tiempo para desdeñar la mega concentración del domingo?
Un tema de menor incidencia será sin duda la reciente no presencia de la magistrada Yasmín Esquivel en la sesión del Pleno de la Corte. La justificación por su inasistencia aún se desconoce.
Hay otros dos temas más. Por un lado, la plática de López Obrador con quienes dirigen Tesla pues se sabe que ayer tuvieron un acercamiento, y por el otro, se manejarán temas relacionados con relaciones exteriores (insistirá en el caso de Perú, así como un poco más contra García Luna) que servirán como referentes, pero no como tema principal que está destinado a ser lo ocurrido con la empresa de Elon Musk cuya más reciente aseveración es que no se instalará en México, ni en Indonesia, sino en Austin, Texas. https://bit.ly/3ZolokA
Por cierto, y como ocurrió con la marcha opositora de noviembre del año pasado, ya anunció su contra marcha para el próximo sábado 18 de marzo cuando se conmemorará la fecha por la expropiación petrolera y replicará su similar del año pasado. ¿Cuánto irá a costar?
El hecho es que conociendo la visceralidad del presidente es factible conocer la afectación personal poniendo atención al tamaño del desdén que imprime en sus aseveraciones, corajes y ataques a quienes considera sus enemigos. Por ello, si pudiéramos colocar una calificación a su enojo, diríamos que le cayó mal la mega manifestación entre un 90 y 95 por ciento.
El cinco por ciento restantes lo llena con su mensaje quesque menospreciativo cuando alega que no le hicieron daño, éjele, al cabo que ni dolió.
Por esa razón a estas alturas de sus cuatro años como gobernante, mal harían sus contrincantes en esbozar una sonrisa burlona o bien un coraje mal intencionado, pues conocido es que a López Obrador todo se le resbala y no le interesa generar polémica con sus adversarios más allá de un día pues considera que no merecen su atención por más tiempo.
Así pues, que quienes despotrican contra su persona o sus malas calificaciones en las encuestas, simplemente pierden el tiempo, energía e hígado sobre todo, aunque esto ya lo saben algunos de quienes considera sus enemigos, pero no la totalidad por eso hay que tirarlo a loco.
De hecho, una vez que deje el poder, el peor castigo que se le puede encasquetar a López Obrador es la perdida de reflectores y sus contrincantes entienden que la mejor venganza que podrán imponerle –sobre todo los medios de comunicación y periodistas–, será colocarlo en el cesto del olvido que es lo que le esperará de manera natural.
El mandatario sufre del síndrome de atención, el mismo que obliga a un boxeador a regresar al ring por más acabado que se encuentre, pero eso, estimado lector, será un tema que trataremos una sola vez allá por octubre del 2024 cuando ya sabe quién se vaya a ya sabe dónde a causar lástima.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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