EL TORO
SAMUEL VALENZUELA / COLUMNISTA
#DESPIERTASONORA
Por allá en 1980 cumplíamos forzado exilio en Los Ángeles y nos tocó ver el surgimiento de lo que un par de años después fue conocido como la “Fernandomanía”, con un regordete sonorense que con su peculiar estilo de lanzar al home luego de mirar al cielo, cautivó a las ligas mayores del beisbol.
No recordamos cuántas veces lo vimos trabajar desde la lomita del estadio de los Dodgers, pero sí recordamos cuando con todo y su sobrepeso pegó un triple, porque además de su maestría con el screwball, era bueno con el bat, que incluso tuvo varios turnos como bateador emergente, hazañas con las que dábamos lija a nuestro apellido paterno.
Después se desataría toda aquella parafernalia incluido que, durante su calentamiento entre entrada y entrada, el sistema de sonido del Dodger Stadium ponía la rolita Fernando, del grupo ABBA, tocándonos además conocerlo personalmente vía el legendario cronista Jaime Jarrín, quien tenía cercana amistad con connotado comerciante angelino con el que trabajábamos
Gracias a los nuevos aires que trajo a Sonora el gobierno de Samuel Ocaña García, pudimos regresar a nuestra tierra y desde acá dar seguimiento a las hechuras del ya famoso Toro que puso en el mapamundi a Etchohuaquila, solar nativo de quien ahora su nombre luce en todo lo alto del Estadio de los Naranjeros de Hermosillo, en lo que se dice fue una persistente y exitosa gestión del gobernador Alfonso Durazo Montaño.
Sirva este apretado contexto para referirnos a no pocas reacciones respecto a que en el bautismo del estadio naranjero fueron pichicatos porque en lugar de poner Estadio Fernando Valenzuela en el letrero se lee Estadio F. Valenzuela, sin que hasta el momento alguien haya dado alguna explicación al respecto, porque espacio se tenía y se tiene de sobra hasta para poner la leyenda Estadio Fernando “El Toro” Valenzuela, incluso para agregar su apellido materno, Anguamea.
Algún criterio debió aplicarse para esa reducción de palabras, debiendo ser acaso que las regalías que cobra el afamado exbeisbolista se calculan en metros o pies cuadrados de superficie, porque han de saber que como todo famoso lo hace, Fernando cobra por el uso de su nombre y el que el antes Estadio Sonora lleve el suyo no debe ser por mera filantropía.
Miren, es que a pesar de sus galardones en sus tiempos de gloria, luego de 17 años en las ligas mayores recibió un salario acumulado de poco mas de 17 millones de dólares y los expertos en estos menesteres aseguran que en la actualidad dispone de seis millones de dólares netos luego de comprar su departamento en Los Ángeles, el equipo Tigres de Quintana Roo, un rancho y cosas así, situación que se supone lo obligan a cobrar regalías y cobrar por servicios prestados como comentarista en cadenas de televisión en Estados Unidos.
Luego que este lunes pasado se diera a conocer el nuevo nombre del estadio Sonora, a ojo de buen cubero consideramos inexplicable la tardanza para tomar una decisión tan lógica y hasta necesaria, comentario que retiramos porque se asegura que llegar a eso no fue sencillo por tratarse de un asunto donde intervienen pesos y sobre todo, dolarucos.
Miren, nos aseguran que durante más de un año se llevó a cabo la negociación con la representación de la familia del nativo de Etchohuaquila y con él mismo, para llegar al acuerdo de que el estadio de Los Naranjeros de Hermosillo llevara su nombre durante los próximos 20 años, aunque no lo sabemos con precisión, a cambio de tres millones de dólares, divididos en pagos anuales de 150 mil dólares, no sabemos si con cargo al presupuesto del Gobierno estatal o a las finanzas de Los Naranjeros.
Incluso pudiera ser el caso de que el gobierno federal le ponga a esa polla, ya que como se sabe, en gira por el estado de mediados de febrero pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador prácticamente dio la luz verde para ese bautismo, lo cual derivó en que días después el gobernador Durazo Montaño emitiera el decreto correspondiente y que además se prospectara la realización de una ceremonia oficial con la presencia del famoso franela 34 del equipo de los Dodgers, la cual dicho sea de paso, ya fue retirada hace poco por el equipo angelino.
Cuando menos esa es la información que disponemos, a reserva de las precisiones del caso, monto y tiempo pactado, que en lo que respecta al cobro de regalías no existe ninguna duda, no quedándonos más que esperar a quien corresponda proporcione la información respectiva, quedando abierta la posibilidad de que, en efecto, “El Toro”, haya decidido darle su nombre de gratis al estadio del equipo en el cual estuvo en el roster durante cinco temporadas.
La vamos a dejar así, porque, por otra parte, nos reconocemos francamente conmovidos por la historia de vida y vehemencia y ganas en el desempeño de su cargo, Rebeca Valenzuela Álvarez, directora del Instituto Sonorense de la Juventud, quien como joven, mujer, deportista, adoptada y con una discapacidad, se nos figura es un ejemplo multitask inédito en el equipo del gobernador Durazo Montaño.
La habíamos visto de lejos en diversos eventos sin tener interacción directa con esta excepcional servidora pública, que antes dio tantas satisfacciones como competidora paraolímpica y este martes se nos hizo tratarla en su comparecencia ante el colectivo de reporteros CORSAS y como decíamos, nos dejó conmovidos, primero, y luego impresionados por el entusiasmo que imprime a su gestión con el fin de llevar a buen puerto programas en favor de la juventud sonorense.
De fácil palabra, excepcionalmente coherente, muy bien informada y con vasta capacidad expositiva que pocas veces uno encuentra en la actual estructura del gobierno estatal y poderes afines, esta joven mujer aprovecha la ruta de la transversalidad e incorporar así beneficios para la juventud sonorense de distintas dependencias, que van desde la SEDESSON y CODESON, hasta la SEC, secretaría de Seguridad Pública y programas federales del Bienestar.
Ella misma explica el porqué de su desbordado entusiasmo y apuros por lograr metas ahora como servidora pública: desde muy joven sufre glaucoma y los pronósticos no le son favorables luego de varias operaciones, “y tengo que hacer las cosas antes que me apague”, dice con una valentía que nos dejó pasmados y con el corazón chorito por la ausencia absoluta de resignación.
Comentó de sus esfuerzos para que mediante una serie de programas el ISODEJ llena los vacíos y suple la ociosidad de sectores juveniles para ocuparlos en actividades constructivas, como lo es el deporte popular; promoción del empleo, asesorías psicológicas, centros de bienestar juvenil, casas de estudiantes, orientación vocacional y asesoría para el trabajo.
Muy interesante su propuesta de reforma a la ley de alcoholes con el fin de dificultar y disuadir delitos y crear ambientes más seguros para jóvenes, principalmente mujeres, en antros, mediante, para lo cual se propone la colocación de cámaras de videograbación en el interior y el exterior; acceso digitalizado, personal de servicio debidamente registrado en la formalidad laboral, entre otras acciones de defensa contra el delito.
Informó de toda una serie de acciones en Bahía Kino, San Carlos y Puerto Peñasco durante el asueto de Semana Santa, destacando además su propuesta para que los formadores de talentos deportivos reciban el apoyo que se merecen de parte de autoridades de gobierno para que no anden con el Jesús en la boca ante emergencias propias o familiares.
Dada su formación deportiva y su exitosa trayectoria como representante de México y Sonora en juegos olímpicos, nos pareció natural su frecuente abordaje asuntos que formalmente están a cargo de Erubiel Durazo, titular de la CODESON, y por cierto, cuando se elucubraba sobre la integración del gabinete del entonces gobernador electo, dábamos como un hecho que ella sería la comisionada del deporte, resultando una sorpresa, para nosotros, el que no fuera así.
Para efectos del futurismo electoral, Valenzuela Álvarez resultó como un pescado enjabonado al cuestionarle si había algo por ahí que la enfilara a una posición en el Congreso del Estado. “A mí me toca trabajar, me interesa el trabajo que hago y alguien lo tiene que hacer”, dijo elusiva.
En resumen y a reserva de darle otro entre a la entrevista, podemos decir que desde nuestra perspectiva, es la mejor entrevista lograda por los corsarios o más bien, fue la mejor entrevistada, quedándonos un sentimiento de admiración por los resultados de su historia de vida y cómo ha enfrentado los retos.
Y mientras el equipo de la corcholata que cobra como secretario de Gobernación Adán Augusto López, anda en abiertas campañas adelantadas para lograr la ansiada dedeada presidencial, en Ciudad Juárez ocurrió terrible tragedia con al menos 40 muertos y 22 heridos algunos muy graves, producto de un incendio en un centro de detención de indocumentados, operado por el Instituto Nacional de Migración.
Venezolanos en su mayoría y algunos centroamericanos, fueron víctimas de la ausencia de protocolos, de deshumanización y conducta criminal del personal de la SEGOB y los videos no mienten al advertirse con toda claridad que dejaron morir solos a quienes estaban bajo su resguardo.
El endurecido corazón presidencial y la tradicional falta de empatía del inquilino de Palacio Nacional ante el dolor ajeno, se volvió a evidenciar en la mañanera de este martes, limitándose a asegurar que la tragedia fue ocasionada por los mismos muertos y tan-tan.