EL FUTURO NOS ALCANZÓ
JESÚS HUERTA SUÁREZ/ COLUMNISTA
#DESPIERTASONORA
Es muy posible que, cuando pensamos en modernidad, imaginemos complejos mecanismos o procesos de acción que nos permitirán avanzar grandes pasos en nuestra sociedad. Pensamos en obras inteligentes que únicamente pueden ser construidas con grandes cantidades de dinero y esfuerzo. Es posible creer también, que solamente siendo muy ingeniosos o superdotados, podremos abordar el tren de la tan deseada modernidad, pero no es así.
Con simples acciones, que en algunos de los casos pudieran sonar primitivas, como la creación de una casa de lectura en una comunidad rural; la construcción de una parada de camiones; la creación de un consejo de ancianos que aporte su experiencia en las labores de la administración pública; la formación de comités ciudadanos para el mantenimiento de parques y jardines de la comunidad, la sincronización de los semáforos, conocer a ciencia cierta las necesidades más apremiantes de la comunidad y muchas otras actividades enfocadas al mejoramiento integral de la vida en sociedad, que surgen al fusionar los conocimientos teóricos (ciudadanos, escuelas) con los conocimientos de los expertos (gobierno, investigadores), según anotan los autores Giddens y Habermas.
Para que se dé un proceso de modernización en nuestra ciudad es necesario que la mayoría participe, porque no se puede esperar que solamente los expertos colaboren, pues se convertiría este en un proceso impersonal, y es importante que las normas o patrones de vida se generen en el día a día y en el cara a cara de la gente.
Otro punto importante para lograr modernizarnos es la descontextualización, que es despegar, arrancar la vida social de su contexto, hasta lograr tener un pensamiento global dentro de un actuar local. Por supuesto que una visión más allá de nuestras narices nos permitirá, paradójicamente, ubicarnos mejor en nuestra vida y en nuestra realidad local.
Jûrgen Habermas, dice que, filosóficamente, la modernidad implica la emergencia de la noción de “hombre” como fundamento de todo conocimiento del mundo, separado de lo natural y lo divino.
Por otra parte, la modernidad también es vista en términos del triunfo de la metafísica, entendida como una tendencia —extendida desde Platón y Descartes entre otros— que encuentran en la verdad lógica el fundamento para una teoría racional del mundo compuesto por cosas y seres cognoscibles y controlables.
En pocas palabras, se puede entender como modernización la creencia en el perpetuo mejoramiento y superación de las personas y de las cosas, por lo que con auto reflexión, participación ciudadana y el conocimiento de los expertos, podremos llevar a nuestra sociedad hacia un futuro mejor.
Pongamos manos a la obra porque el futuro ya nos alcanzó.
“Yo no estoy contra el progreso si existiera un buen consenso; Errores no corrigen otros, eso es lo que pienso” Roberto Carlos