LA 4T O CUARTA TIRANÍA…
ARMANDO VÁSQUEZ A. / COLUMNISTA
#DESPIERTASONORA
UNA DEFINICIÓN de tiranía como tal es aquella que busca obtener el control total, absoluto, implacable, que genera sus propias reglas o leyes para su adecuado funcionamiento, lo que se puede y no hacer, sin importar leyes legales o morales, utilizando medios valederos o ilícitos como herramientas para su sostenimiento con un fin último, que es el abuso de la superioridad, del poder por sobre las demás personas.
México ha vivido varias etapas de tiranía desde 1821 para acá. Empezamos con Antonio López de Santana, Benito Juárez, Porfirio Díaz (que juntos suman casi un centenar de los 200 años de independencia que tiene este país) y por supuesto la cuarta tiranía en ciernes o 4T como le llama el mismo López Obrador quien la disfraza de transformación.
Estas etapas tienen características similares que de seguro viviremos con la tiranía cuarta.
Antes como antes, ¿ahora?, también como antes…
1.- Se limitaban las libertades de todo tipo: expresión, pensamiento, reunión, manifestación, etcétera.
En esta 4T se promulgó la Ley Nacional Sobre Uso de la Fuerza, publicada en el Diario Oficial de la Federación (DOF) el 27 de mayo de este año. Si hay una manifestación, ya se habla del uso de armas letales para su disolución. ¿Se le pasó por alto lector leer al respecto?… Aquí está: https://bit.ly/3wgQBIZ
2.- Quedan subajados los derechos legales. En los tres períodos anteriores la frase del Rey Sol, el rey de Francia Luis XV: “El estado soy yo”, viene a ejemplificar el estilo de gobernanza utilizado donde lo que decía el emperador tiránico era lo que se hacía sin importan normas legales o morales de entonces.
Actualizada la semejanza y combinando algunas palabras tenemos que el concepto utilizado por Amlo en torno a “lealtad ciega” al proyecto de transformación y en consecuencia a su persona, es prácticamente lo mismo. https://bit.ly/3mQcgoF
3.- Desaparición de clases económicas y políticas. Todo tirano busca en su ansia de dominio absoluto la desaparición de aquellas clases sociales que le perjudican. En las tres etapas anteriores la alta burguesía era la de difícil dominación, pero la que se convertía en una amenaza real para el gobernante.
Luego, la sociedad fue transmutando hasta provocar revoluciones como la de 1910 donde clases bajas, la escasa mediana y las altas, las del financiamiento, generaron las condiciones para derrocar a un Porfirio Díaz, a su nata de mandatarios y sus más de 30 años de gobierno.
En la actualidad, el México post revolucionario que va para 110 años, cuenta con una clase media peligrosa para todo tirano que para mantener el poder debe destrozarla y reducirla al máximo y forme parte de la clase más jodida y/o que se sostenga pero que no logre avanzar hacia arriba, hacia la clase alta, que se estanque, pues.
¿Se entiende ahora ese ataque ferviente de Amlo contra la clase media mexicana? https://lat.ms/3k1FeA4
4.- Otras de las características básicas de las tres tiranías anteriores era las personas que se conformaban alrededor del tirano y a quienes consideraban súbditos indignos de ser escuchados y quienes únicamente nacieron para obedecer al magnánimo. Así fue como nacieron diferentes tipos de círculos alrededor del gobernante que al desplegarse su importancia hacia abajo conformaban un nutrido grupo de apoyo cuyo deber ser estaba enfocado en el principal.
Veamos ahora. Efectivamente y de manera ascendente, esta característica de conformar círculos cercanos a Amlo y que persisten hacia abajo conforme a la cercanía de los sub tiranos, lo cual es un modelo clásico que necesita nutrirse y expanderse.
Por esa razón suena lógica que, en su ser populista, Amlo hable de que más vale 95 por ciento de lealtad y cinco por ciento de capacidad y a ello le aplique acción como la última cuando nombró a uno de sus guaruras o de ayudantía, para un alto cargo federal. https://bit.ly/3EIfTCX
5.- La comunicación interna y externa de los tres regímenes anteriores era expansiva y replicadora, es decir, una decisión tiránica se emitía y llegaba en un tiempo determinado a las regiones necesarias.
Si de origen el mensaje estaba poco claro, mal interpretado, dañado, pues, ese daño crecerá de forma paralela a su importancia para la región destino. El objetivo de la comunicación era propagandístico pues el gobierno sabía que sus pobladores no contaban con marcos de referencia para darle a la información un contexto que orillara a una transformación peligrosa para el régimen.
Hoy, la información que maneja Amlo es destructiva, corrosiva, engaña-bobos, manipuladora, defensiva, agresiva, de tal manera que busca configurar una sociedad desunida, adormilada, dudosa de sus pensamientos, apendejada pues, inactiva, para que permita sin chistar –y no ofrezca resistencia—, las nuevas reglas dictadas para que funcione el nuevo gobierno como tiranía y lo festeje como populo que se cree todo lo que le dicen.
Entonces, para quienes crean que una vez que llegue el sucesor de Amlo, las decisiones que tomará serán más pajitas, pues se equivocan, serán más duras que las de su mentor. Al menos es lo que dice la historia y sucesos actuales como lo ocurrido en Venezuela, por citar un ejemplo.
EN FIN, por hoy es todo, mañana le seguimos si Dios quiere.
Armando Vásquez Alegría es periodista con más de 35 años de experiencia en medios escritos y de internet, cuenta licenciatura en Administración de Empresas, Maestría en Competitividad Organizacional y Doctorado en Administración Pública. Es director de Editorial J. Castillo, S.A. de C.V. y de “CEO”, Consultoría Especializada en Organizaciones…
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